La número uno del mundo se quedó con la definición del abierto de Francia al imponerse por 6-2 y 6-1.
Iga Swiatek .
La polaca Iga Swiatek, número 1 del mundo, derrotó este sábado a la italiana Jasmine Paolini (10°) por 6-2 y 6-1 en el final femenina y se consagró por cuarta vez campeona de Roland Garros, el segundo Grand Slam de la temporada. Apenas una hora y ocho minutos de juego para celebrar por tercera ocasión consecutiva, ahora ante la revelación del torneo.
En su primer duelo decisivo en un torneo grande, Paolini, 15ª en el ranking de la WTA y 12ª preclasificada del certamen, tuvo un buen arranque este sábado y consiguió quebrar en el tercer game el servicio de la mejor jugadora del planeta, quien solo había cedido un set en sus seis encuentros previos (frente a la japonesa Naomi Osaka en la segunda ronda).
La tenista de 23 años hizo rápidamente los ajustes necesarios y encendió el turbo: con cinco games consecutivos, se apoderó del primer parcial y empezó a asfaltar el camino para firmar su 21° triunfo consecutivo sobre el polvo de ladrillo de Bois de Boulogne y su 18ª victoria al hilo en esta temporada, en la que solo cayó en un partido en canchas lentas, en las semifinales de Stuttgart ante Elena Rybakina.
Al final de este sábado, luego de la consagración que se hizo costumbre y el saludo formal con su rival y la jueza, Iga salió corriendo hacia uno de los palcos para abrazarse con su equipo y su padre, del que dijo que mucho se sacrificó en su vida para que ella pudiera vivir este sueño. Ovacionada, Swiatek se siente leyenda. “Gracias por apoyarme, por ayudarme a creer que esto sería posible”, sostuvo abrazada a la copa y con el micrófono en su otra mano. En su discurso en inglés, por momentos su voz salía entrecortada, invadida por la emoción.
“Hubo un momento que llegué a estar fuera. Ha sido un torneo muy emotivo”, admitió la polaca, en el recuerdo de ese momento crítico ante Osaka, cuando ganó 7-5 en el tercer set. “Es increíble estar aquí, me encanta y quiero volver todos los años”, agregó.
Swiatek también aprovechó la ocasión para felicitar a su contrincante: “Felicitaciones por un torneo increíble, estuve impresionada por cómo jugaste estas dos semanas, especialmente en esta superficie. Espero que tengamos varios partidos como este en las rondas finales”. Además le deseo suerte en la final de dobles junto a Sara Errani contra la estadounidense Coco Gauff y la checa Katerina Siniaková.
Vale destacar que de las 22 coronas de su carrera, cinco las consiguió en este año. Además, se trepó a lo más alto de Roland Garros, al ubicarse entre el lote de máximas ganadoras en Francia en la Era Abierta junto con la belga Justin Henin, por detrás de la alemana Steffi Graf (6) y la norteamericana Chris Evert (7).
La italiana Jasmine Paolini, de 28 años, llegó a la final demostrando un importante avance en su carrera. A lo largo de su trayectoria había participado mayormente en torneos de menor envergadura. Originaria de Castelnuovo di Garfagnana, en Toscana, Paolini todavía tendrá otra oportunidad de disputar una final de Grand Slam al competir en la final de dobles junto a su compatriota Sara Errani el día siguiente.